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MUJERES SAUDÍES AUTORIZADAS A MANEJAR AUTOMÓVILES

         El reino ultraconservador de Arabia Saudita anunció este martes que permitirá que las mujeres manejen vehículos, en una medida histórica para uno de los países que más reprimen los derechos de la mujer.

         El rey Salman bin Abdelaziz ordenó emitir permisos de conducir para las mujeres. El monarca estableció un comité formado por varios ministros para que presente sus recomendaciones sobre el asunto en un plazo de 30 días.

         La orden real entrará en vigor el próximo mes de junio, pero no ofreció más detalles sobre su aplicación. El reino islámico y petrolero era el único país del mundo que prohibía a las mujeres manejar, y durante años fue blanco de críticas internacionales por detener a mujeres que desafiaron la veda.

         La  decisión fue tomada después de que la mayoría de los miembros de la Autoridad de los Ulemas del reino no se opusiera a que las mujeres conduzcan, dentro de "las garantías de la ley islámica para evitar (los) problemas" que pudieran surgir

          Para su futura puesta en marcha, Salman han formado un comité integrado por los ministerios de Interior, Trabajo, Hacienda y Desarrollo Social que deberá presentar sus recomendaciones acerca de la aplicación de la norma en el plazo máximo de treinta días. Se encargará, además, de reformar la normativa de tráfico para que las mujeres puedan ejercer su derecho "con igualdad".

           Según la agencia estatal, el trascendental cambio está justificado por "las consecuencias negativas que causaban no permitir a la mujer conducir un vehículo y las previsibles ventajas de permitírselo". Se ha producido, además, tras obtener el plácet de la mayoría de los miembros de la Autoridad de los Ulemas, favorable a la medida siempre y cuando se respeten "las garantías de la sharía (legislación islámica) para evitar problemas".

           A principios de este mes un clérigo fue apartado de la predicación después de asegurar en público que las mujeres no deberían conducir porque sus cerebros representan apenas un cuarto del tamaño del masculino cuando van de compras. El notable avance en un país donde las féminas eran condenadas hasta ahora a vivir en una infancia eterna se produce una semana después de que se levantara el veto al acceso de las mujeres a los estadios de fútbol y apenas unos meses después de que la educación física fuera incluida en el currículo de las escuelas femeninas del reino, donde está vigente una rigurosa segregación por sexos.

"Ya es hora"

           El pasado noviembre el príncipe y multimillonario Al Waleed bin Talal fue el primer miembro de la realeza saudí en romper una lanza por las mujeres saudíes y abogar por la erradicación de la prohibición. "Ya es hora de que las saudíes empiecen a conducir. Es hora de que pasemos página en este asunto como hicimos en decenas de otros temas en este país y en el mundo a lo largo del último siglo", rezaba el texto publicado en su página web.

           Durante el último lustro, al abrigo de la maltratada primavera árabe, un grupo de mujeres saudíes se puso al volante e incluso se fotografió desafiando el veto y asumiendo los castigos. "Impedir que una mujer conduzca un vehículo es hoy un asunto de derechos similar al que evitaba que recibieran educación o tuvieran una identidad independiente", escribió el magnate. "Son -agregó- actos injustos de una sociedad tradicional, mucho más restrictiva de lo que por ley permiten los preceptos de la religión".

           A su juicio, la privación era una vulneración de los derechos de la mujer, "especialmente si sigue vigente después de que hayan conquistado su derecho a la educación y a un trabajo remunerado". El príncipe explicaba entonces que había más de 1,5 millones de mujeres en el mercado laboral "necesitadas de un transporte seguro". "La solución más adecuada es permitir que conduzcan. En caso contrario, dependerán de conductores extranjeros, una alternativa costosa, o de taxistas", subrayó antes de desgranar los factores financieros, sociales, políticos y religiosos que respaldan sus tesis.

           A pesar de los progresos, las saudíes siguen enfrentándose a una ubicua discriminación. No pueden trabajar, practicar deporte, estudiar, someterse a una intervención quirúrgica, casarse, alquilar un apartamento, matricular a sus hijos en un colegio, abrir una cuenta bancaria, deambular por la calle o viajar sin el permiso de un tutor varón (mahram), ya sea progenitor, cónyuge, hermano o incluso vástago.

           Las primeras reacciones a la noticia han sido precisamente de las mujeres que se convirtieron en el icono de la lucha por ir al volante. Manal al Sharif, una de las principales activistas de la campaña que sufrió cárcel tras desafiar el veto. A través de twitter, ha celebrado el gesto del "último país del planeta que permite conducir a sus mujeres".

           La medida coincide con el nombramiento como príncipe heredero del hijo de Salman, Mohamed bin Salman, de 31 años, quien trata de impulsar un nuevo programa de desarrollo económico que incluye tímidos progresos como la apertura de gimnasios para mujeres o el fomento del empleo femenino. El país, que ocupa el antepenúltimo puesto en el índice mundial de desigualdad de género de las Naciones Unidas, ha realizado pequeñas reformas en el último lustro.

           En 2011 reconoció a la población femenina el derecho a votar y presentarse en los comicios municipales. Dos años más tarde, incluyó a 30 súbditas en la Shura, un consejo designado directamente por el monarca cuya función básica es estudiar las políticas gubernamentales y elevar propuestas de enmienda al Consejo de Ministros. Y levantó la prohibición para que las saudíes pudieran pasear en motocicleta o bicicleta por zonas restringidas, siempre y cuando, vistieran "niqab" (la prenda que oculta todo el cuerpo salvo los ojos) y fuera acompañadas del "mahram".