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CELEBREMOS LA LEY DE EGRESO ASISTIDO SIN OLVIDAR QUE AÚN QUEDAN RETOS POR ABORDAR.

          En Argentina, no solo por la situación económica sino también por cuestiones socioculturales, son muy pocos los jóvenes que dejan la casa antes de los 20 años sin embargo en la mayoría de los casos cuentan con el apoyo de la propia familia. Esto no es lo que ocurre con los chicos y chicas que viven en hogares, a veces residiendo gran parte de su vida institucionalizados y hasta alcanzar la mayoría de edad, lo que provoca que una vez llegado sus 18 años se encuentran sin sostén económico y emocional.

          Irse de casa puede ser un momento elegido, proyectado y deseado. Sin embargo para los jóvenes institucionalizados supone una obligación que deben asumir a los 18 años, cuando según la legislación vigente “dejan de ser niños”.

          En el país más de 9.000 niños, niñas y adolescentes viven en espacios convivenciales alternativos, en residencias, hogares y familias acogedoras tras haber sido separados de sus padres o familia biológica por ser víctimas de violencia, abuso o abandono, sufriendo numerosas vulneraciones de sus derechos. Asimismo en la actualidad hay 386 mil niños, niñas y adolescentes sin cuidados parentales en la región.

          Argentina se convirtió en el primer país de Latinoamérica en tener una ley específica de acompañamiento estatal a los adolescentes sin cuidados parentales que a los 18 años -y sólo en virtud de la edad- deben egresar de los hogares de protección en los que crecieron, entornos que, en el caso de hogares y residencias difícilmente garantizan el derecho que todo niño, niña y adolescente tiene a vivir en un entorno familiar.

          Según un estudio de UNICEF realizado con un grupo de adolescentes y jóvenes que egresaron de hogares e instrucciones de protección durante 2015, sólo la mitad de ellos había participado en la decisión de dejar el hogar en el que se encontraba, y una cantidad similar no había recibido información sobre empleo y vivienda antes de egresar.

          La ley recientemente aprobada en el Senado de la Nación supone un avance ya que reconoce el derecho de los adolescentes y la responsabilidad del Estado en prepararlos y acompañarlos de manera gradual y progresiva durante la transición del sistema de protección hacia la autonomía de una vida adulta. Dispone la creación de un Programa de Egreso Asistido para jóvenes y adolescentes sin cuidados parentales que incluye el acompañamiento desde los 13 años por parte de un referente, designado por el organismo de niñez. Este referente puede ser elegido por el propio chico o chica, en función de su cercanía emocional o afectiva, y deberá asesorar y acompañar sobre temas relacionados a su educación, salud, salud sexual, vivienda, manejo del dinero y habilidades necesarias para la vida independiente.

          Incluye, además, la asignación de un subsidio equivalente al 80% de un salario mínimo vital desde los 18 hasta los 21 años (que puede extenderse hasta los 25 si aún están capacitándose), para apoyar a estos adolescentes a que estudien, trabajen y consigan un lugar donde vivir.

          Esta Ley pionera en la región, es importante. Sin embargo, quedan muchos retos por abordar. Argentina debe aumentar la inversión en los sistemas de protección integral y mejorar los esfuerzos para prevenir y detectar precozmente las situaciones de violencia y abuso que llevan a tomar la medida excepcional de separación de un niño, niña o adolescente de su núcleo familiar.

          Se debe mejorar el seguimiento posterior a la separación con las familias para garantizar que las situaciones que causaron esa separación se eliminen, favorecer la reincorporación de esos adolescentes a sus entornos familiares lo antes posible o a entornos familiares alternativos, si no hay posibilidad de reinserción en su propio núcleo familiar.

                                                       (Cecilia Romero Murad: Abogada Departamento de Espacios Convivenciales Alternativos dependiente de la Dirección de Protección de Derechos de la Niñez y Adolescencia. Miembro del Instituto de Niñez, Adolescencia y Familia del Colegio de Abogados de Resistencia. Diplomada en Persona, Familia y Sucesiones por la Universidad Abierta Interamericana; Maestranda en situación de Tesis de la Maestría en Niñez, Adolescencia y Familia (Facultad de Derecho UNNE))